El parking del gimnasio

Es importante cuidarse, la salud es lo primero, si tu no te cuidas nadie lo va a hacer por ti …

¡Pues claro que sí! El deporte es importante para estar bien y en mi caso particular creo que el deporte es “mi medicación” para el TDAH.

Era una mañana cualquiera de mi vida, fui al gimnasio de cerca de casa, aparqué el coche en batería en el aparcamiento gratuito que está situado delante. Hacía sol y justo tuve la suerte de poder dejarlo debajo de la sombra de un árbol, así no me pondría a sudar de nuevo como un cerdo al meterme en el coche a una temperatura muy elevada.

Después de aproximadamente 45 minutos de ejercicio y una ducha reconfortante procedo a ir en busca del coche para ir a algún sitio (no recuerdo a donde), pero ¡menuda sorpresa!

¡El coche no está en su sitio!

¡No puede ser! Juan lo has dejado justo ahí me digo a mi mismo, mi cabeza da vueltas, me autoinstrucciono:

“Juan revisa no vaya  a haber señales de prohibido aparcar y te llevase el coche la grúa”

Reviso y nada, voy a la siguiente fila de coches aparcados justo a la zona en la que hay árboles dando la sombra, nada, ahí no está mi bólido azul. Vuelta al punto de partida. Me vuelvo al sitio original resignado, el coche no está. Saco el teléfono para llamar a mi pareja en plan: “Cariño, no te lo vas a creer pero he perdido el coche” empiezo a caminar de un lado para otro mientras espero a que el teléfono de tono … ¡Y de repente!

¿Pero vamos a ver, aparqué debajo del árbol no en la fila de atrás? Compruebo si es el mío, abro las puertas me subo y …

¡El coche está sin freno de mano!

¿Os dije alguna vez que tengo una suerte increíble? Dejé el coche sin freno de mano, debido a la pendiente empezó a recular marcha atrás con tal suerte que se frenó al llegar al siguiente bordillo y se quedó encajado justo entre dos coches sin causar ningún accidente.

No trates de entenderlo, cosas de TDAH