Una manera simple de entender el proceso atencional, incluido el TDAH

La atención ha sido objeto de estudio desde hace muchos años por parte de psicólogos y científicos. A continuación en esta publicación recogeré algunas de las teorías más destacadas y que nos permitan mejor entender a vuestros hijos/as o alumn@s y en especial a los que padezcan TDAH.

En primer lugar repasaremos algún concepto que a estas alturas deberíamos conocer. Podemos hablar de tres tipos distintos de atención:

  1. Atención sostenida: Capacidad para mantener la atención durante largos períodos de tiempo en una única tarea.
  2. Atención dividida: Capacidad para atender de manera simultánea a dos tareas a la vez, por ejemplo, prestar atención a dos conversaciones simultáneas.
  3. Atención selectiva: Capacidad de discriminar un estímulo para prestarle atención de manera voluntaria a otro estímulo presente, por ejemplo, ignoro la mosca y presto atención a la explicación del profesor.

Una manera muy simple de entender el proceso atencional es visualizándolo como un embudo.

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Por la parte ancha de dicho embudo nos llegan multitud de estímulos que luchan por conseguir nuestra atención, sin embargo, no todos ellos lo van a conseguir y sólo algunos de ellos llegarán a ser procesados de manera consciente (podéis encontrar más información sobre esto leyendo sobre la teoría del filtro de Broadbent o la teoría de filtro atenuado.)

Unos años después Kahneman propuso que la capacidad atencional es limitada, es decir, sólo podemos prestar atención a algunas de las tareas. Además de eso, no todas las tareas consumen el mismo número de recursos, para entenderlo mejor veremos el siguiente ejemplo:

El día siguiente a sacarnos el carnet de conducir ¿éramos capaces de conducir y a la vez mantener una conversación importante con nuestro copiloto? seguro que no, y tiene una explicación simple, toda nuestra atención estaba focalizada en conducir ya que era una tarea nueva y por lo tanto consumía gran parte de nuestros recursos atencionales, sin embargo, después de varios años conduciendo a día de hoy somos capaces de conducir y hablar a la vez, pues conducir ha pasado a ser una tarea automatizada.

Con lo cual podemos afirmar que en ocasiones no seremos capaces de realizar dos tareas de manera simultánea ya que una de ellas requerirá una gran demanda atencional, para estos casos encontramos que podemos adoptar respuestas automatizadas que tal vez nos traigan problemas.

Un niño está jugando a la consola y se está enfrentando a una situación complicada con muchos estímulos nuevos por lo que tiene que dedicar “mucha atención” para hacerlo bien, desde la cocina le llaman “¡A cenar!”, puede que emita una respuesta automatizada “Ya voy”, pero en realidad no ha llegado a procesar correctamente la información ya que el ancho de banda atencional estaba ocupado por la consola en su totalidad.

Para tratar de clarificar el ancho de banda atencional creo que es una buena idea ver el siguiente vídeo y así se pueden sacar unas buenas conclusiones.

Vuestro ancho de banda estaba totalmente ocupado por poder seguir el vídeo, que además tenía el inconveniente de tener que leer los subtítulos y por eso han pasado desapercibidos todos esos cambios que se producen durante su reproducción.

En chicos y chicas con TDAH tenemos que tener en cuenta la particularidad de la inatención y la dificultad a la hora de discriminar estímulos irrelevantes, con lo cual, nos encontraremos que el ancho de banda atencional siempre tendrá un porcentaje ocupado por algún estímulo irrelevante que consigue acceder al embudo: una mosca mientras estudiamos, un perro que se cruza en nuestro camino, una conversación lejana que escuchamos …

Trataré escribiendo sobre el tema en próximas publicaciones.

 

 

 

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